La facialista y cosmetóloga Esther Moreno nos habla de OPC, el antioxidante 20 veces más potente que la vitamina C. Su capacidad para actuar de forma sinérgica con otros activos lo posicionan como el antioxidante más prometedor de la cosmética avanzada.
Desde hace años, el sector de la cosmética ha venerado a la vitamina C como el activo antioxidante estrella, sobre todo por sus beneficios para el brillo y la juventud de la piel. Sin embargo, un nuevo ingrediente ha llegado para revolucionar la protección antioxidante y potenciar la acción de otros activos: el OPC, o Proantocianidinas Oligoméricas. Esther Moreno, facialista y cosmetóloga fundadora de EM Studio, destaca el potencial de este polifenol vegetal que es hasta 20 veces más potente que la vitamina C en términos de antioxidación.
OPC, ¿el antioxidante del futuro?
“Es un antioxidante -precisa Esther Moreno- muy complejo de formular, pero si se logra, sus efectos superan a cualquier otro del mercado”. Gracias a su afinidad por el sistema vascular y su eficacia para reducir enrojecimientos, el OPC se convierte en un ingrediente multifuncional indispensable para cualquier tipo de piel. Con sus propiedades protectoras, su efecto calmante y su capacidad para prolongar la vida de otros activos, el OPC es una herramienta clave para alcanzar una piel más firme, luminosa y equilibrada.
El mejor aliado de otros antioxidantes
El OPC no solo actúa como un antioxidante que neutraliza los radicales libres de manera mucho más eficaz, sino que además multiplica el efecto de aquellos con los que se combina. “Cuando el OPC actúa juntoala vitamina C, por ejemplo, le aporta lo que necesita para mantenerse activa, incluso cuando esta se oxida”, añaGde. Para Esther Moreno, es como si el OPC diera vida extra a otros antioxidantes como la vitamina C. “Gracias a su combinación, ambos activos logran una potencia mayor sin elevar la concentración y, por tanto, sin riesgo de provocar ninguna irritación”, aclara.
Por lo tanto, este ingrediente ayuda a reducir la necesidad de usar concentraciones elevadas de otros activos, que pueden ser irritantes para pieles sensibles. “Es la opción perfecta para mantener el colágeno y la elastina, permitiendo una piel mucho más firme, luminosa y con menos efectos adversos,” apunta.
Aparte de su potencia antioxidante, el OPC también es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, que lo convierten en una opción ideal para pieles sensibles y reactivas. “Tiene un efecto vasoconstrictor que ayuda a reducir enrojecimientos, inflamaciones e incluso edemas. Para la piel con rosácea o con rojeces, el OPC es un calmante buenísimo, a la vez que refuerza el colágeno y la elastina,” explica Moreno.
Cómo incorporarlo en la rutina diaria
Para aprovechar al máximo las ventajas del OPC, la facialista recomienda incluirlo en la rutina de la mañana y la noche, y combinarlo con distintos ingredientes:
Por la mañana: según Moreno, se debería aplicar un cosmético rico en OPC antes o después de la vitamina C en función de si esta es lipídica o acuosa. Esta es una de las combinaciones más eficaces, según la cosmetóloga: “El OPC potencia el poder antioxidante de la vitamina C y asegura que su acción en la piel sea aún más intensiva”, comenta. Este método es ideal para quienes buscan luminosidad y un escudo de protección sin preocuparse por la irritación”.
Por la noche: Moreno sugiere usar un sérum rico en OPC antes de los retinoides con el fin de elevar sus beneficios. “Para quienes buscan un efecto transformador y renovador la combinación de vitamina A con OPC es ideal ya que este último potenciará la acción de ese retinoide llevándolo a su máxima eficacia sin tener que subir la potencia. Además, mejora la tolerancia de la piel incluso en las pieles sensibles, maximizando y aportando resultados más visibles”.
Por Anna León