Todas nuestras madres nos han dicho esta frase de pequeños, normalmente aplicado a los ungüentos para las heridas, pero es una cita también muy oída en el mundo de la cosmética. Veamos cuánto hay de cierto en opinión de expertas, farmacéuticas y cosmetólogas…
Tenías diez años, te caías patinando y te echaban agua oxigenada en la rodilla. Veías las estrellas. Respuesta automática de tu madre. “sí pica es que cura”, y la seguridad con la que lo transmitía era -o debía ser- la suficiente como para que te dejara de doler. En el mundo de la cosmética, ese picor a veces también es común, “sobre todo cuando hablamos de productos cosméticos con una gran cantidad o porcentaje de principios activos. Es normal que determinados productos produzcan más que picor, sensación de actividad en la piel pudiendo provocar, por ejemplo, un ligero hormigueo”, explica Estefanía Nieto, directora técnica de la firma Omorovicza en España. Ahora bien, hay que saber bien distinguir qué es y qué no una actividad normal en la piel para que no pequemos ni de confiados ni de miedosos cuando un cosmético produce determinadas reacciones. Según Elisabeth San Gregorio, directora técnica en España de Medik8: “Algunas formulaciones pueden producir rojeces en un inicio o, incluso, esa sensación de picor, pero siempre debe irse rápido. Si se mantiene en el tiempo, será conveniente visitar un experto, quizás en nuestro centro de belleza, a nuestro farmacéutico de cabecera o a un dermatólogo”.
Estas son las reacciones más habituales
Entre los principios que más actividad generan en la piel podemos encontrarnos a la familia de los retinoides, los exfoliantes (tanto físicos como químicos) y otros activos como el DMAE. La cosmetóloga y responsable de formación de la firma Perricone MD, Raquel González, comenta que: “Los retinoides pueden producir rojeces o un pelado de la piel, aunque cada vez ocurre menos, ya que el período de retinización se prescribe de forma escalonada y porque el principio activo se suele encapsular con tecnologías que entregan la vitamina A en la piel de forma prolongada en el tiempo para evitar irritaciones. En cuando a los exfoliantes, como un ácido glicólico o un láctico, también pueden producir esa sensación de rojez al inicio. Por su parte, con otros principios como el DMAE lo que suele producirse es una sensación de hormigueo”. Además de estas reacciones, también es posible que salgan posibles granitos: “síntoma de que la piel se está haciendo al principio activo y de que se está depurando”, añade la experta, algo que, por lo visto, suele ocurrir cuando implementamos en la rutina diferentes sueros y cremas hidratantes a partir de principios como la vitamina C.
¿Durante cuánto tiempo es normal que pasen estas reacciones?
Preguntando a Esther Sansi, farmacéutica y propietaria de la farmacia Sansi (En Instagram @sansi_farma, comenta que: «Ciertos cosméticos formulados con una alta carga de principio activo pueden ofrecer reacciones al principio. Por ejemplo, los retinoides durante el período de adaptación. No obstante, si las reacciones son algo que se alarga en el tiempo, probablemente esté ocurriendo que el producto que estamos aplicando sea demasiado agresivo para nuestra piel, la cual quizás requiere de alternativas más suaves. Como ejemplo claro, en estas situaciones, si pasado un mes de uso un retinoide nos sigue irritando, es posible que requiramos de su alternativa natural, el bakuchiol, presente en productos como Bakuchiol Peptides de Medik8». Por otro lado, cuando no hablamos de retinoides, con los cuales a la piel le cuesta más de lo habitual acostumbrarse, los períodos de adaptación no suelen ser superiores a 1-2 semanas. Si pasado este tiempo notamos reacciones molestas, deberemos acudir a un experto para que nos recomiende las alternativas mejores para nuestra piel.
Los casos más comunes en los que hay que cambiar de cosmético
Ya sabemos que, dependiendo del principio activo, entre una semana y un mes es el período de prueba estándar para concluir si es normal o no que un producto nos dé reacción. De ser éste el caso, se puede deber a: “pieles con tendencia a la hipersensibilidad, aquellas que tienen la barrera hidrolipídica comprometida ya sea por una condición habitual de la piel o por patologías como la psoriasis y la rosácea”, añade Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour. También puede deberse a un uso indebido del principio activo. “Si no respetamos los tiempos de adaptación, podemos producir una hipersensibilidad en la piel. Por ejemplo, esto sucederá si empezamos a usar retinol de corrido y a diario, o si exfoliamos cada noche en vez de dos o tres veces a la semana. Estaremos sometiendo a la piel a una situación de estrés que puede acabar con su función barrera, lo que puede ocasionar procesos de acné, irritaciones, y una aceleración en nuestro envejecimiento cutáneo ya que estos procesos inflamatorios suelen desencadenar cascadas de pérdida de colágeno y elastina”, añade Raquel González.
Si no funciona un cosmético, ¿dejo de usar productos en general?
No, porque la piel es conveniente tratarla, lo que ocurre es que hay que cuidarla con los productos que mejor vienen en cada caso. Por eso es tan importante que los cosméticos vengan prescritos por personas con experiencia, ya sea en un salón de belleza o en una dermofarmacia, por ejemplo.
Las alternativas más comunes cuando la piel reacciona mal a un cosmético
La alternativa al retinol
Existe una alternativa natural al retinol, el Bakuchiol, cuyos efectos están comprobados y consiguen sus mismos beneficios, lo único que más a largo plazo. Entre sus ventajas está que no irrita, no requiere período de adaptación y se puede usar por el día y por la noche. Es el ingrediente estrella de Bakuchiol Peptides, de Medik8.
Link recomendado:
La opción B a los exfoliantes más agresivos
Los alfahidroxiácidos -como el glicólico y el láctico- y los betahidroxiácidos -como el ácido salicílico- son más proclives a irritar las pieles más sensibles. La alternativa fundamental son los polihidroxiácidos, que comparten los beneficios de los otros, pero sin sus temidos efectos secundarios. Entre algunos de los más destacados se encuentran la gluconolactona y el lactobiónico, presente en Refining Facial Polisher de Omorovicza en Sabrina Navarro o en Purenichelab.com
Link recomendado:
https://sabrinanavarro.com/product/refining-facial-polisher
Una cura para la función barrera
Una de las mejores formas de reparar la barrera hidrolipídica es, precisamente, aportarle los lípidos que quizás haya perdido. Esos lípidos se suelen encontrar en formulaciones oleosas que ayudan a sellar la hidratación de la piel. Hydrating Revitalising Face Oil de Aromatherapy Associates es perfecto para ello con aceites esenciales de rosa, geranio y pachuli, regeneradores y energizantes. en Purenichelab.com
Link recomendado:
Principios calmantes
Una de las opciones más inmediatas es siempre calmar la piel. Entre los principios mejores para ello están la niacinamida o la centella asiática, pero hay otro con casi mayor capacidad antiinflamatoria y este es el CBD. Es el ingrediente estrella de Hypoallergenic Nourishing & Calming Moisturizer de Perricone MD, una hidratante que, además de calmar, tiene como objetivo restablecer la función barrera con otros ingredientes como el aceite de burití. en Perriconemd.es
Link recomendado:
La entrada Si un cosmético pica, ¿cura? se publicó primero en Revista Vidaestetica – Estética, Healthy Life & Wellness.