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Estética oncológica, la gran olvidada en los protocolos de los tratamientos de cáncer

El desconocimiento entre profesionales y pacientes acerca de la importancia de la estética oncológica está detrás de la falta de atención sobre esta disciplina

Profesionales de estética oncológica reclaman incorporar en los protocolos tratamientos relacionados con el cuidado de la piel durante la convalecencia de los pacientes enfermos de cáncer

Incorporar la estética oncológica en los tratamientos de los pacientes enfermos de cáncer marca un antes y un después en su bienestar. Así lo asegura una de las profesionales de referencia en estética oncológica en España, Vicky Moraleda, creadora y directora del Máster en Estética Oncológica, que ofrece formación a profesionales de estética y pacientes con cáncer de toda España. “El desconocimiento acerca de lo que la estética puede llegar a hacer por ellos es el principal obstáculo con el que nos encontramos. Pacientes y profesionales ignoran que, incorporando pautas sobre el cuidado de la piel antes, durante y después de los tratamientos de cáncer, la salud y el bienestar de los pacientes mejoran de forma considerable”.

Los tratamientos que reciben los enfermos de cáncer afectan de forma adversa a su estado físico, y ocasionan un impacto social que repercute sobre la imagen personal del paciente. Este padecimiento físico y mental tiene consecuencias psicológicas. “El malestar que producen las afecciones de la piel, así como la imagen que ve en el espejo es el reflejo de su sufrimiento. Si acompañamos estos tratamientos con protocolos de cuidado de la piel, estas afecciones se reducen o incluso desaparecen”, asegura la formadora y especialista en estética oncológica.

La estética oncológica abarca el cuidado de la piel desde que se diagnostica la enfermedad, durante el tratamiento oncológico y cuando se finaliza. Se tiene en cuenta el tipo de cáncer, el estadio, el tratamiento recibido y siempre se realiza bajo la supervisión del oncólogo. “Es el médico especialista en última instancia quien autoriza los tratamientos estéticos”, subraya Moraleda.

Formación al paciente

Cuando el enfermo de cáncer es diagnosticado su principal preocupación es la supervivencia, pero es cierto que según avanza en su tratamiento, los cambios físicos que experimenta tienen cada vez más presencia en su vida, y eso puede ocasionar una pérdida de confianza. “La ciencia ha demostrado que, si se minimizan estos cambios físicos, el paciente afronta con más fuerza el tratamiento oncológico, recuperando su autoconfianza y mejorando su calidad de vida”, asegura Vicky Moraleda, que ha tratado a muchos pacientes con estética oncológica y ha presenciado el antes y después de estos enfermos. “Acompañamiento durante la enfermedad y soluciones eficaces y personalizadas para las afecciones de la piel es una combinación ganadora que ofrece mejoras en su salud general”.

Formación a esteticistas y unidades de oncología

Cuando un paciente recibe tratamientos de estética oncológica es muy importante acudir a profesionales cualificados, solicitar referencias y tener una consulta previa. Para ello es vital que las esteticistas estén formadas en esta especialidad, ya que un enfermo de cáncer tiene que recibir cuidados específicos compatibles con el curso de la enfermedad y su tratamiento.

Estos especialistas deben tener contacto con las unidades de oncología de los centros médicos para poder trabajar de forma alineada con el personal sanitario. “Esta es una de las grandes carencias de la sanidad, la ausencia de protocolos que incorporen la figura del esteticista oncológico”. Es la principal reclamación de Vicky Moraleda, desplegar a nivel estatal un programa que permita esta colaboración. “A los profesionales de estética oncológica no se les da acceso a estas unidades o áreas, lo que impide que podamos tratar de forma más integrativa al paciente oncológico, minimizando las afecciones que ocasionan los tratamientos en la piel para facilitar de este modo la adherencia a los tratamientos médicos que recibe el paciente, al mismo tiempo que mejoramos la actitud del paciente frente a la enfermedad”. En la actualidad, son pocos los hospitales que ofrecen tratamientos estéticos oncológicos a sus pacientes, y la mayoría lo hacen a través del voluntariado. Es por ello por lo que Moraleda revindica que, igual que existen profesionales en áreas como la psicooncología, también se incorpore el perfil profesional del esteticista oncológico, “y que no tengan que desarrollar esta labor las enfermeras o los médicos a través de recomendaciones de cremas y otros productos cosméticos”.

Afecciones cutáneas y tratamientos estéticos oncológicos

Deshidratación extrema, piel reactiva, labios resecos, erupciones, picores, sensibilidad, pérdida del cabello, fotosensibilidad, hiperpigmentación…. Son algunas de las muchas afecciones cutáneas que se pueden presentar durante los tratamientos cáncer. La buena noticia es que con la ayuda de la estética oncológica se pueden tratar para mejorar la salud de la piel de los pacientes. “Con una combinación de activos cosméticos y cuidados estéticos conseguimos que la piel del paciente vaya recuperando su salud poco a poco, pero es importante iniciar el protocolo antes de comenzar con el tratamiento del cáncer”.

El objetivo de la estética oncológica es restaurar la fisiología de la piel, es decir, aliviar, calmar, hidratar, nutrir y proteger en función de las manifestaciones cutáneas durante todas las fases del tratamiento. Una de las herramientas terapéuticas que más aceptación tienen entre las pacientes es la del maquillaje correctivo, utilizado para corregir imperfecciones, alteraciones pigmentarias, rediseñar cejas y disimular la pérdida de pestañas.

Las fases del tratamiento estético oncológico

FASE 1. Antes de comenzar el tratamiento médico: Según explica Vicky Moraleda, es el momento de preparar la piel, con tratamientos confortables que aportan bienestar y que, de manera preventiva, mejoran su calidad y aspecto. Limpieza e hidratación son técnicas que se realizan en cabina enfocadas a cuidar la piel antes del tratamiento oncológico. Si va a haber perdida de pestañas y cejas, se recomienda micropigmentación o microblading.

FASE 2. Durante el tratamiento: En esta fase se realiza un tratamiento conservador y de apoyo al tratamiento específico de cada paciente. Comienzan a aparecer síntomas como sequedad, irritaciones de la piel, pérdida de cabello y vello facial en cejas y pestañas. “Realizaremos tratamientos suaves en cabina para hidratar la piel, recomendación de fotoprotector de amplio espectro y maquillaje terapéutico”, detalla la formadora y terapeuta en estética oncológica.

FASE 3. Después del tratamiento médico una vez dada el alta: Evaluar el estado de la piel y, llegado el momento tras el duro proceso vivido, equilibrar la piel y revitalizarla, utilizando vitaminas esenciales.

 

Más información en https://vickymoraleda.com/

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