La adolescencia es una etapa de la vida marcada por una serie de cambios físicos, emocionales y sociales significativos. En medio de esta transición, muchos adolescentes se enfrentan a preocupaciones estéticas que pueden afectar su autoestima y bienestar emocional. En este contexto, la medicina estética emerge como una opción para abordar estas preocupaciones, pero es fundamental establecer límites claros sobre lo que es apropiado y seguro en esta etapa de desarrollo. 360 Clinics, que enfoca la Medicina Estética desde el respeto y el descubrimiento de la mejor versión de nosotros mismos, nos cuenta todo lo que hay que saber para enfocar las peticiones más o menos sensatas de nuestros hijos.
Lo que Sí:
- Evaluación profesional: Cuando el adolescente demanda tratamientos de medicina estética es crucial que sean evaluados por un profesional médico cualificado. Esta evaluación debe tener en cuenta no solo las preocupaciones estéticas del adolescente, sino también su salud física y mental en general.
- Apoyo emocional: Es importante distinguir entre los adolescentes con peculiaridades físicas muy marcadas, con las que están muy incómodos y que son mejorables a través de la medicina estética y los adolescentes con un capricho de estética más asociado a la moda. Los médicos y otros profesionales de la salud deben estar atentos a posibles signos de dismorfia corporal u otros trastornos mentales relacionados.
- Información: Los adolescentes y sus padres deben recibir toda la información sobre los procedimientos de medicina estética, incluidos los riesgos y beneficios asociados. El consentimiento informado debe ser obtenido tanto del adolescente como de sus padres antes de proceder con cualquier tratamiento.
- Consentimiento paterno: En España, los adolescentes menores de edad generalmente requieren el consentimiento de sus padres o tutores legales para recibir tratamientos médicos, incluidos los tratamientos de medicina estética como el Botox y el ácido hialurónico. Esto se establece en la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica.
- Intervención mínima bajo criterios conservadores: Los tratamientos de medicina estética en adolescentes deben adoptar un enfoque conservador y centrarse en mejoras sutiles que respeten la apariencia natural del individuo. Esto puede incluir tratamientos para el acné, depilación láser, corrección de asimetrías faciales menores, entre otros.
Lo que No:
- Frivolidad: Los adolescentes no deben acceder a tratamientos bajo el capricho o la dismorfia ni someterse a la medicina estética si no es médicamente necesarios o que no estén respaldados por una evaluación sensata. Esto incluye procedimientos que no aborden preocupaciones reales de salud o bienestar.
- Presión social: Los adolescentes a menudo son objeto de la presión de la moda, las tendencias e incluso los amigos, especialmente en la era de las RRSS, que es la única cultura que conocen. Los adultos a su alrededor debemos ser conscientes de esta realidad e introducir por medio del dialogo el principio de realidad.
- Adicción: Además, hay que tener en cuenta que el adolescente que comienza a realizar mejoras innecesarias en su rostro no querrá volver a su aspecto original, y dado que la mayoría de los tratamientos estéticos son temporales o efímeros se convertirá en cliente/paciente de manera permanente.
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