“La hiperhidrosis es un problema que puede generar estrés y ansiedad, ya que puede convertirse en un complejo para quien lo padece”, explica la Dra. Ana Babentsova de IML
La sudoración excesiva es una condición que afecta entre el 3 y 5% de la población, según investigaciones.
El verano suele ser una época deseada por muchos debido a la llegada de las vacaciones y el bueno tiempo. Sin embargo, para un porcentaje de la población, significa una mayor exposición de su piel a problemas relacionados con el exceso de sudor y de sebo, lo que puede afectar a su comodidad y bienestar.
En cuanto a la sudoración excesiva o hiperhidrosis, condición que afecta entre el 3 y 5% de la población, es un trastorno que se caracteriza por la producción de sudor en exceso en determinadas zonas del cuerpo como las manos, axilas o pies que, aunque no está provocada directamente por la exposición a un ambiente caluroso, la realización de alguna actividad física intensa o situaciones de estrés profundo, sí que pueden llegar a ser escenarios agravantes de esta afección.
Para muchas personas, la hiperhidrosis provoca una disminución de su calidad de vida, porque puede comprometer su bienestar, autoestima o relaciones sociales, etc. “Se trata de un problema que puede generar estrés y ansiedad, ya que puede acomplejar o interferir en el día a día de quien lo padece”, explica la Dra. Ana Babentsova, especialista de IML.
Así mismo, la hiperhidrosis suele estar enfocada desde la perspectiva dermatológica, debido a que se produce por un sobreestímulo del sistema nervioso simpático y, en sus formas más severas, puede llegar a provocar hongos, irritación, descamación y pigmentación de la piel, al originar más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal.
Además de los clásicos desodorantes o antitranspirantes, que suelen resultar insuficientes en estos casos, desde hace años se ponen en práctica distintas alternativas. Entre estas soluciones para la hiperhidrosis, el tratamiento de infiltraciones con agujas finas es el más recurrente por los expertos, con el fin de reducir la producción de sudor en las áreas tratadas.
La temporada de verano, por otro lado, también incide directamente en la piel del rostro y su reacción de auto-protección, buscando mantenerse hidratada dando lugar a lo que se denomina como piel grasa, que afecta hasta el 55% de los adultos, según investigaciones. Las personas con este tipo de piel a menudo enfrentan dificultades para encontrar productos y tratamientos que no solo controlen el exceso de sebo, sino que también mantengan su piel saludable y equilibrada.
“Este tipo de piel requiere que se tomen precauciones especiales, tanto en el tipo de productos a utilizar, como cuando se limpia y maquilla. Es importante controlar la grasa del rostro para evitar el exceso de brillos y mantener una piel saludable”, analiza la Dra. Babentsova.
La consecuencia más visible de la piel grasa es el exceso de brillos en el rostro; para combatirlos, se recomienda utilizar limpiadores suaves, como el agua micelar, y elegir cremas hidratantes sin aceites y con ingredientes seborreguladores. Del mismo modo, se recomiendan tratamientos de control de grasa para conseguir un efecto purificador y reducir imperfecciones y brillos.
El exceso de sebo y sudor no solo afecta a la apariencia, sino también a la calidad de vida de quienes lo padecen. La combinación de procedimientos médico-estéticos personalizados con tecnologías de vanguardia, como el tratamiento de control de grasa del Instituto Médico Láser, permite a sus especialistas ayudar a las personas que lo padecen a obtener una piel más equilibrada y lograr una vida más cómoda y segura, en especial durante los meses más calurosos del año.
La entrada ¿Cómo se puede controlar el sudor excesivo y la piel grasa este verano? se publicó primero en Revista Vidaestetica – Estética, Healthy Life & Wellness.