Principales cuidados y consejos antes y después de la intervención
>> No consumir alcohol ni tabaco, prescindir de la teína o cafeína, no tomar fármacos como el Minoxidil y no cortar o rasurar el cabello, entre las pautas que los expertos de Hospital Capilar enumeran a seguir durante el proceso preoperatorio
>> Tras la intervención, se debe evitar la utilización de gorras, cascos o sombreros, no rascarse o tocarse la cabeza y no practicar deporte durante los quince días posteriores
>> Los resultados visibles comenzarán a manifestarse a partir del tercer mes y el aspecto definitivo se evidenciará al año
Actualmente, España se sitúa como uno de los países que sufre en mayor proporción diversos problemas de alopecia, estimándose que, aproximadamente, el 50% de la población la padece, mientras que más del 90% de estas personas sufre alopecia de patrón androgénico, provocada por causas genéticas y hormonales y caracterizada por la caída progresiva de las unidades foliculares desde la zona frontal hasta la coronilla, llegando a afectar hasta a un 80% de los hombres y a un 42% de las mujeres en edades avanzadas.
Estas alarmantes cifras han llevado a que los trasplantes capilares en el país se encuentren en auge desde hace años y se hayan convertido en una intervención que no entiende de géneros. Por ello, desde Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, indican cuáles son las principales pautas que los pacientes deben seguir durante el proceso preoperatorio y postoperatorio de un injerto capilar, ya que cada una de las fases requiere de una serie de cuidados y atenciones específicas, siendo necesario un acompañamiento constante del paciente durante cada una de ellas para conseguir el objetivo deseado.
Preoperatorio y cirugía
“El injerto capilar es una cirugía menor y poco invasiva que se realiza con anestesia local, sin dejar marcas en el cuero cabelludo. No obstante, requiere de unas consideraciones previas que, de llevarse a cabo correctamente y de forma individualizada, harán que se minimicen los riesgos y se facilite la implantación de unidades foliculares en la zona receptora”, destaca el doctor Francisco Pilo, de la clínica Hospital Capilar.
Así, durante el proceso preoperatorio, se recomienda dejar de consumir alcohol o tabaco en los diez días previos aproximadamente a la intervención, ya que la nicotina interfiere en el proceso de cicatrización y podrá provocar infecciones, mientras que el alcohol es anticoagulante y podrá conllevar un mayor sangrado durante la cirugía. Además, se debe prescindir de la teína o la cafeína en este mismo periodo, así como de la comida picante o el jengibre.
Por otro lado, según indica el doctor Pilo, “se deberá valorar cada caso de forma particular en el caso de que el paciente consuma determinados fármacos, ya que no debemos olvidar que el trasplante capilar es una intervención estética en la que no se puede comprometer la salud del paciente”. De esta forma, si se consumen determinados fármacos como el Minoxidil, se deberá suspender su ingesta unos 10 días antes de la intervención, aunque otros como el Finasteride o el Dutasteride se pueden seguir consumiendo con normalidad. “Generalmente, medicamentos o fármacos con aspirina, antiinflamatorios o vitamina E o B deberán suprimirse, mientras que, si se toman anticoagulantes, antiagregantes o antidepresivos, se tendrá que consultar con un especialista que determine si es necesaria su suspensión, dado que son fármacos que pueden dificultar la coagulación de la sangre y, por tanto, prolongar el tiempo de sangrado y dificultar el postoperatorio”, apostilla el especialista de Hospital Capilar.
Además, si se padecen determinadas enfermedades cardiovasculares problemas de presión arterial, diabetes, alergias o trastornos de cicatrización, también se deberá consultar siempre con un médico, ya que es posible que dos pacientes que posean una situación capilar similar requieran de indicaciones distintas en función de la enfermedad que padezca.
En el caso de tener canas, será necesario teñirlas antes de la cirugía, ya que éstas dificultarán el proceso de extracción e implante, al ser imperceptibles a nivel microscópico. Sin embargo, se aconseja prescindir de los tintes para el cabello hasta, aproximadamente, dos meses después de realizarse el injerto capilar. También es importante que el paciente no corte o rasure en general el cabello, porque, al hacerlo, impedirá que el cirujano le vea con su peinado habitual e intuya los clareos o zonas de necesidad, tanto en la región donante como receptora.
Por su parte, la cirugía conlleva una duración de entre seis y ocho horas y se trata de un procedimiento que no requiere hospitalización, por lo que los pacientes podrán marcharse a casa tras someterse a la misma, evitando la radiación solar y no practicando deportes de alta intensidad durante el primer mes. “No obstante, a los 15 días se puede volver a caminar o hacer ejercicios poco intensos, así como retomar las relaciones sexuales. Al pasar el mes, se podrá hacer ejercicio intenso, con precaución con los golpes”, detalla el doctor Pilo.
Postoperatorio
Tras la intervención, será necesario que el paciente duerma incorporado a 45º y que evite tocarse o rascarse la cabeza, así como la utilización de gorras, cascos o sombreros durante los primeros días. Además, en este periodo, “se tendrá que pautar con el especialista la medicación indicada que merme la aparición de posibles efectos secundarios”, puntualizan desde Hospital Capilar.
En cuanto a los lavados, es importante recalcar que el cabello deberá tratarse con cuidados específicos y, pasados los diez primeros días, se podrá tocar presionando suavemente la yema de los dedos para facilitar el desprendimiento de las costras de la zona receptora. Tras 30 días, podrá reanudar su rutina normal de lavado. Además, se recomienda prescindir de la práctica deportiva al menos durante los quince días posteriores a la cirugía, ya que podría aumentarse el riesgo de infecciones como resultado del exceso de sudoración.
Por último, entre dos semanas y mes y medio tras la intervención, sucederá el efecto Shock Loss, un proceso que ocurre a causa del trauma que sufre el cuero cabelludo durante el injerto, en el que el pelo se cae, pero la raíz del folículo se mantiene intacta; por lo que el cabello volverá a crecer una vez que transcurra esta fase. En definitiva, los cuidados pre y postoperatorios del injerto capilar son muy sencillos de llevar a cabo, obteniendo resultados visibles que comenzarán a evidenciarse a partir del tercer mes y un resultado armónico y natural que se alcanzará en el año.
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