Revista VidaEstética & Spa #515
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JULIA ATZESBERGER DE LE PURE, CUANDO LA PUREZA ES LA CLAVE

Julia Atzesberger es la directora y fundadora de Le Pure, la marca que recurre a la máxima pureza en sus formulaciones para conseguir la máxima eficacia sin dañar la naturaleza ni el cuerpo. Para emprender este viaje se ha acompañado de Marie Carrasquedo, una experta en botánica con profundos conocimientos de sus efectos sobre la piel. La entrevistamos para saber cómo desarrollan un proyecto diferenciador basado en la coherencia, la eficacia y la sostenibilidad.

Le Pure nace por un problema con su piel, ¿qué echaba en falta en el mercado para casos como el suyo?

Cuando buscaba una solución para mi acné encontré, por un lado, dermatólogos que recetan cremas con antibióticos, anticonceptivos o el Roacutan. Esto trata solo los síntomas y puede causar problemas adicionales a largo plazo. Por otro, probé también la cosmética natural, pero lo que no sabía era que los certificados bio toleran sustancias químicamente modificadas como las grasas hidrogenadas y trans. Por esa razón no me funcionaba cuando lo probé, porque no era la verdadera cosmética natural. Me puse a investigar y encontré a Marie Carrasquedo, que es la primera que inventó fórmulas de cremas que no contienen esas sustancias alteradas. Mi piel se transformó en pocas semanas y yo tenía claro que esto era una revolución en el mercado de la cosmética natural.

Antes de que esto sucediera, ¿se había sentido atraída por el sector de la cosmética?

Yo estudié diseño de moda y el sector de la cosmética me parecía muy aburrido. Además, en Austria se leen muchas revistas de asociaciones de los consumidores que publican evaluaciones independientes de productos. En la cosmética siempre ganaban las marcas poco conocidas del supermercado y de cadenas de perfumería. Se sabe que éstas vienen de los mismos laboratorios que las marcas conocidas. No volví a preocuparme por la cosmética y compré las marcas que ganaban en estos exámenes. Todas ellas eran marcas con ingredientes sintéticos y químicamente modificados, eran los años 90.

Lo que me atraía al final era la relación de la piel con la salud en general. No es solo el producto que te proporciona una piel radiante, sino también la nutrición, los sentimientos, el sueño, etc. Para nosotros cada tratamiento de piel también tiene que tener en cuenta todos estos componentes. Si no duermes bien, tu piel no puede estar en su máximo esplendor.

Lo natural, ecológico…está en auge y se utiliza como reclamo comercial, el conocido green washing, ¿cómo se defiende una marca con valores y ética del marketing engañoso?

Es un gran problema dado que falta una legislación a nivel europeo. Hoy en día la mayoría de los certificados bio son empresas privadas y cuanto más productos y sustancias modifican, más dinero ganan. Palabras como orgánico y natural no están regulados y las empresas se aprovechan de esto. Nosotros enseñamos a nuestros clientes a leer las etiquetas.

Hay que diferenciar entre cosméticos realmente naturales y los de «origen natural». Los certificados bio toleran ingredientes con modificaciones químicas, pero nosotros consideramos que no son beneficiosos para la piel. Por lo tanto, recomendamos ingredientes biológicos que solo se elaboran a través de procesos físicos. En la etiqueta están marcados con el nombre de la planta en latín, como Opuntia ficus, que indica seed oil. Si pasan por un proceso químico tienen un nuevo nombre químico, como Stearate, Cetearyl Alcohol, Capryl/Caprylic Triglyceride. Esto es de origen natural, pero no tiene una alta eficacia para la piel.

¿Qué valores defiende la marca? ¿Cómo controla que todos ellos se mantengan en todos los procesos?

Usamos ingredientes comestibles que solo se elaboran por procesos físicos. Gracias a esto nuestros productos no contaminan ni durante la producción ni cuando nos duchamos. Las grasas hidrogenadas contaminan el agua y cuando los comemos nos obturan las arterias. Son subproductos de las materias primas, no deberían estar en un cosmético bio.

No compramos los extractos a empresas externas, sino que elaboramos cada uno en nuestro laboratorio. Buscamos la calidad más alta de cada planta y tiene que provenir de la agricultura ética y ecológica. Ponemos mucha atención en qué planta hay que cosechar y en qué momento para no perder activos y hemos desarrollado nuestros propios procesos de extracción. Esto garantiza la concentración altísima de nutrientes en cada producto y por lo tanto multiplica los beneficios para la piel.

De todos los ingredientes, ¿cuáles son para usted los imprescindibles que deben contener un buen cosmético?

Nosotros usamos aceites vegetales de primera prensión en frío, aceites esenciales, extractos de plantas, arcillas medicinales y aguas florales. Según la forma cosmética empleamos todos estos elementos o solo algunos.

Lo importante es entender la acción de las plantas y las dosis. Allí fallan muchos productos naturales, porque hacen mezclas sin tener un conocimiento profundo de las plantas. Marie lleva 45 años investigando plantas medicinales y fórmulas naturales.

Partimos de una acción, por ejemplo, de un ingrediente con propiedades inflamatorias. Después añadimos ingredientes que potencian este primer ingrediente. Es imprescindible saber qué plantas hay que combinar y en qué dosis. Si las plantas actúan en sinergia podemos aportar una acción estimulante y una calmante a la vez. Con el estrés que tenemos hoy en día, es imprescindible tener esas dos acciones en un cosmético eficaz a largo plazo. Solo estimular la renovación celular con por ejemplo retinol, puede estresar las células y éstas pueden llegar a producir radicales libres que envejecen la piel. Nosotros usamos extractos que naturalmente contienen vitamina A (retinol) y que estimulan la piel, pero al ser un ingrediente natural sin sobredosificar no llega a sobreestimular.

La opuntia, el higo chumbo, es uno de los ingredientes estrella de sus formulaciones, ¿qué tiene que lo hace tan especial?

El aceite de las semillas del cactus opuntia es un ingrediente muy valioso. Se necesita una tonelada de frutos para obtener un litro de aceite prensado en frío de sus semillas. Es una planta que puede sobrevivir en condiciones climáticas muy extremas. Gracias a esta lucha de supervivencia desarrolla sustancias adaptogénicas que son superalimentos para la piel. Aportan a la piel nutrientes que le ayudan a protegerse de las agresiones del medioambiente y mantenerse fuerte y elástica. Gracias a su contenido muy equilibrado en omega 3, 6, 7 y 9 es muy beneficioso tanto para las pieles secas como las grasas. Hay que llevar al sebo de la piel a su equilibrio natural y por eso los activos adaptogénicos pueden tratar todo tipo de piel.

¿Por qué la pureza importa?

Cuando pensamos en cosmética hay que pensar igual que en la comida. Nuestro organismo necesita ingredientes de la máxima calidad, de agricultura bio, poco procesado, elaborado en crudo y en su dosis correcta. Sabemos que la comida rápida es mala para nuestro cuerpo y en la cosmética es exactamente igual. Ingredientes químicamente modificados son la comida rápida de la cosmética bio y no son beneficiosos para la piel.

Nuestros productos contienen el 100% de ingredientes activos y comestibles. Allí está la pureza de un verdadero cosmético bio. Aportamos a la piel una verdadera bomba de superalimentos y esto es la gran diferencia entre la cosmética bio y la cosmético bio “high-performance” (de máxima eficacia).

También es la mejor manera para tratar la piel con alteraciones. Ingredientes puros y biodisponibles que la piel puede reconocer, trabajan con la piel para regenerar y equilibrar desde dentro. No trabajamos con efectos o tratando síntomas. Los productos actúan en las capas más profundas para trabajar con la piel y no en contra.

Durante el proceso de elaboración utiliza los ingredientes en crudo y en frío, ¿qué beneficios aporta este sistema?

Al no usar grasas modificadas no nos hace falta calentar nuestras cremas. Cuando calentamos los ingredientes se pierden nutrientes. La elaboración en frío no sobrepasa los 40 grados Celsius y permite conservar el máximo de activos.

¿Cuál es el producto icónico de la marca?

Es difícil decir, nuestros superventas son el aceite Midnight Rejuvenation, las cremas de maquillaje Perfecting y nuestra nueva crema Jouvence Divine.

¿Ha sido fácil emprender un proyecto como Le Pure?

Por un lado sí, porque tenía y tengo la convicción que es el mejor producto en el mercado. Por otro lado, me di cuenta que en el mercado falta mucho conocimiento sobre formulación e ingredientes. La gran mayoría de vendedores solo repite el discurso de las marcas, sin cuestionarlo o entenderlo. Hacer comprender a una tienda o una terapeuta las diferencias entre ingredientes modificados por procesos físicos o químicos no ha sido fácil. Pero una vez que entiende esta diferencia y ven los resultados en la piel, ya no usarán ninguna otra marca. Nuestros clientes son fieles y cada día más convencidos del beneficio de nuestros productos.

¿Dónde está presente la marca? ¿A dónde quieren llegar a corto plazo?

Actualmente vendemos en 25 países. Las tiendas, terapeutas y clientes finales nos encuentran en su búsqueda de la verdadera cosmética bio.

¿Qué ritual de cuidado diario de la piel sigue?

El ritual más importante es la limpieza de noche y casi todas las personas lo hacen mal. Hay que limpiar la piel sentada y la razón es muy simple. Cuando estamos de pie, pasamos toda la tensión de los brazos a nuestra piel y frotamos en exceso y podemos irritar el intersticio.

El intersticio es un espacio lleno de líquido que existe entre la piel y los órganos del cuerpo y este órgano crece de una forma muy particular. Está relacionado desde el punto del cuero cabelludo hasta los dedos de los pies. Según como frotemos no solo irritamos a la cara, sino a toda la red que es el intersticio. Por lo tanto, tengamos en cuenta que la piel no es solo lo que vemos sino es mucho más profundo.

Cuando estamos delante del espejo frotando estamos irritando las cavidades que están rellenas de líquido en el intersticio. Frotando la piel cada día del año puede crear manchas e inflamación. Hay que volver al tocador de belleza o crearse el propio tocador en el sofá o la mesa con una bandeja bonita.

La segunda clave es limpiar con un producto que se podría comer. Hoy en día la gran mayoría de los productos de limpieza (geles, espumas, agua micelar, etc) no son reconocidos por la piel y la ensucian con sustancias ajenas a la piel. Además, afectan de manera negativa a la microbiota (la flora) de la piel.

La buena purificación de la piel, sentada y con un producto de ingredientes comestibles, es el paso más importante. Si agredimos la piel en este paso, todo lo que aplicamos a continuación hará menos efecto.

En el siguiente paso aplico el sérum y después el aceite Midnight Rejuvenation o el bálsamo Smooth Addiction. Cada segunda noche hago antes un tratamiento: o la mascarilla Instant o el tratamiento exfoliante de retinol natural True Revelation.

La entrada JULIA ATZESBERGER DE LE PURE, CUANDO LA PUREZA ES LA CLAVE se publicó primero en Revista Vidaestetica – Estética, Healthy Life & Wellness.

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