5 consejos fáciles para deshincharte y quitarte los kilitos del chiringuito sin grandes esfuerzos ni dietas radicales.
Tras las vacaciones de verano, el cuerpo nos pide tomar conciencia de nuevo, ¿lo escuchas? Han sido muchos momentos de permitirnos una mayor flexibilidad, saltarnos la rutina más o menos saludable que llevamos durante el año, celebrar más cosas alrededor de la mesa y compartir cenas divertidas con familia y amigos. Pero ahora toca regresar a la rutina y sin duda septiembre es un momento clave para volver a encauzar una serie de hábitos saludables. Irene Domínguez, tecnóloga de los Alimentos y responsable del depto. de Nutrición de clínica Palasiet, nos propone evitar tirar del recurso rápido (y obsoleto) de hacer una dieta estricta, de blanco o negro. Es preferible enfatizar lo positivo de la alimentación y seguir estos pequeños consejos para nutrirnos mejor día a día. Cada habito que incorporamos favorece un cambio real en el cuerpo y vuestra salud y bienestar global os lo agradecerá.
- Duerme bien o intenta mejorar tu higiene del sueño. Es importante generar rutinas que restablezcan el ritmo circadiano. Proponte un horario realista para cenar, tener un rato de relax y fijar una hora razonable de irte a dormir (es mejor que siempre sea la misma aprox.). Un buen descanso reduce la ansiedad por el picoteo inadecuado entre horas.
- ¡Cena temprano! (al menos entre semana). Intenta generar ciertas horas de ayuno nocturno para que el cuerpo descanse. Si no sueles hacer ayuno, o te resulta difícil tras las vacaciones, prueba a ayunar al menos 12 horas para empezar. Si desayunas a las 8am, cena a las 8pm. Intenta que pasen al menos 3 horas entre la cena y la hora de irte a dormir
- Diseña tus platos en las proporciones adecuadas y mantén tu insulina equilibrada. Mírate las manos: Llena 2 palmas de verdura (ensalada, parrillada, escaldada, al horno…) y mézclala si así lo deseas. Una palma de proteína (sepia, pechuga de pollo, pescado, 2 huevos duros…) y otra palma de un carbohidrato bien escogido (quinoa, arroz integral o salvaje, pasta de espelta, una patata asada…). Pero no te olvides de este último. Muy típico para adelgazar es eliminarlo, cuando lo saludable es mantenerlo, pero en la proporción y calidad adecuada. Eso hará que no tengas hambre a las 2 horas y te lances a comer bollos, galletas o una bolsa de patatas fritas…
- Enriquece tu dieta y nutre tus intestinos. Toma alimentos ricos en Omega 3 (antiinflamatorios), vitaminas y fibra. Por ejemplo: Salmón, frutos secos naturales, aguacate, frutos rojos, cereales completos… siempre que puedas, prioriza comprar productos ecológicos. Utiliza fermentados como el chucrut, yogur o kéfir, pepinillos… y aliña siempre con aceite de oliva VIRGEN EXTRA. También puedes utilizar jengibre, cúrcuma, ajo… y no te olvides de beber mucha agua. Es más importante de lo que crees.
- Por último, pero no menos importante, ¡muévete! De verdad, hazlo. Aunque solo sean 20 minutos al día. Sobre todo, recomendamos hacer un circuito de fuerza en casa (hay mil ejemplos en internet), ya que puede suponer un cambio realmente significativo. Y, además, sal algún día de la semana a andar al aire libre, a bailar, soltar y reírte con una amiga en clases de zumba, pádel o ballet-fit, ¡lo que sea! Complementarás de maravilla tu rutina de ejercicio semanal, estando más activa y menos sedentaria.
La entrada Operación «¡vuelta a la rutina!» con buenos hábitos se publicó primero en Revista Vidaestetica – Estética, Healthy Life & Wellness.