La reflexología podal actúa sobre todo el organismo, efectuando una estimulación de todas las fuerzas positivas, al influir sobre los diferentes órganos y sistemas del cuerpo: circulatorio, nervioso, digestivo, etc., normalizando y equilibrando el funcionamiento de éstos. Sabemos que todo reflejo es una respuesta involuntaria a un estímulo, es la reacción de un órgano, un músculo etc. que mediante una presión o un golpe puede actuar a larga distancia a través de los circuitos nerviosos y mediante las microcorrientes eléctricas que recorren a través de lo largo y ancho de todo nuestro cuerpo. Nuestras células poseen la propiedad de la excitabilidad respondiendo a los estímulos que les llegan.
La reflexoterapia podal forma parte de la medicina natural, ya que funciona mediante el efecto de activar con masajes compresivos en los pies, nuestra propia energía y también puede ayudar a nuestro cuerpo a desprenderse de las toxinas acumuladas en ciertas zonas del organismo, que por reflejo las encontramos en nuestros pies o dicho de otra forma se trata de un masaje a base de presiones en ciertas zonas específicas de los pies, que tienen correspondencia con todos los órganos del cuerpo que mediante dicho masaje compresivo las activamos y las ayudamos a mejorar.
La reflexoterapia tiene unos 5.000 años de antigüedad, pues la utilizaban en China, en la India y en Indonesia. Quién empezó a difundir estos conocimientos en el mundo occidental, fue un norteamericano llamado William H. Fitzgerald, un excelente y reconocido especialista, que gozaba entonces de una gran reputación dentro de la profesión médica, tanto en Estados Unidos, como en Inglaterra. Descubrió que la cabeza y los pies representan dos puntos claves, dos polos opuestos entre los que circulan unas corrientes energéticas separadas unas de otras, unas en el lado izquierdo, y otras en el lado derecho, y que estas corrientes energéticas verticales van desde la cabeza a cada extremidad de los dedos de los pies y las manos. Así es como los dedos gordos de los pies representan la cabeza y como cada zona de los pies y las manos corresponden a diversas partes del cuerpo, órganos, músculos y glándulas situadas a lo largo del recorrido, sobre los que se puede actuar a distancia por medio de presionar en la zona refleja correspondiente. Mediante comprobación paciente tras paciente, se fue formando un diagrama de las zonas correspondientes a los diferentes órganos, músculos y glándulas del cuerpo.
Algunos de los puntos reflejos son, como del tamaño de un alfiler y conectan con los mecanismos internos del cuerpo humano. Los órganos mayores son representados por un área mayor, la cual les corresponde en el pie. Cuando hacemos un masaje general de compresión no debe en él ser omitido ningún punto, ya que cada uno de ellos corresponde o está ligado a una parte de un órgano o glándula específicos, y el fallo en aplicar la adecuada presión en algún punto, significaría que quizás hayamos olvidado el área que más necesita de una ayuda.
Sea como fuere, lo cierto es que los pies nos avisan de que algo ocurre en nuestro organismo, reaccionando con un dolor en la zona que presionamos, no hemos de menos preciar el aviso, sino todo lo contrario, debemos estar alerta y asegurarnos de que el problema se pueda resolver, haciendo un tratamiento adecuado a cada situación, mediante sistemas naturales, como son la dieta adecuada y equilibrada, la fitoterapia, la hidroterapia, y como no la reflexoterapia podal, ya que todas estas prácticas nos ayudarán a restablecer nuestro órgano enfermo.
¿De dónde proviene toda nuestra energía? La energía proviene de tres fuentes importantes: la primera la recibimos de los gametos, que son las dos células fundamentales del hombre (espermatozoide) y otra de la mujer (óvulo). Estas dos células al encontrarse se fusionan, y allí comienza la concepción o fecundación que todos conocemos. De esta unión brota la energía vital genética de un nuevo ser, y éstas primeras células empezarán a reproducirse hasta alcanzar billones de células que componen la maravillosa arquitectura del cuerpo humano, diferenciadas o especializadas por grupos como las células de la piel, de los músculos, nervios, huesos, sangre, sexuales, etc. La segunda fuente de energía la recibimos mediante el aire que respiramos. La respiración pulmonar sirve para introducir el oxígeno en el cuerpo y ello nos permite llevarlo a todas nuestras células, ya que sin él pronto morirían, y de esta forma reciben la energía vital para su existencia. La tercera fuente de energía la recibimos de la alimentación que ingerimos y absorbemos (proteínas, grasas, hidratos de carbono, etc.) toda esta energía el cuerpo la utiliza para realizar las actividades, tanto voluntarias como involuntarias, y el cuerpo necesita ciertas cantidades de los diversos elementos, que son imprescindibles para su normal funcionamiento, es por ello que debemos ingerir una dieta equilibrada para mantener la apropiada energía y no alterar nuestro metabolismo debido a excesos o defectos en la nutrición.
Los pies son el reflejo del cuerpo
Los pies parecen realmente ser el espejo del cuerpo, análogamente a como en iridología decimos también que los ojos, no solo son el espejo del alma, sino también del cuerpo y así lo estableció el Dr. Robert Samilson, M. D, primer presidente de la American Orthopedic Foot Society. Los pies son unas obras maestras estructurales, exquisitamente y hermosamente diseñadas, en perfecta coordinación con muchos músculos (extrínsecos, intrínsecos, elásticos, tejidos, ligamentos, cápsulas y otros más). Comprenden 26 huesos, l00 ligamentos, 20 músculos y un intrincado enrejado de nervios y vasos sanguíneos, y estas maravillosas estructuras reflejan totalmente nuestro estado de salud.
Información:
Ricardo Albert
Masajes Albert Belleza & Bienestar
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