Reconocida universalmente por sus múltiples beneficios en el cuidado y salud de la piel, la vitamina E es un nutriente esencial tanto por su potente acción antioxidante como por sus propiedades hidratantes y reparadoras, jugando un papel imprescindible en el mantenimiento de una tez saludable y radiante. Además de esto, tiene otros beneficios menos conocidos, como su capacidad para sanar y reparar la piel… y también para rejuvenecerla.
La vitamina E no sólo es una gran defensora contra los radicales libres, también es capaz de suavizar y rejuvenecer la dermis entre muchas otras funciones. La podemos obtener a través de la dieta, suplementos y productos tópicos, siendo un nutriente esencial para el cuidado y salud general del cuerpo gracias a su gran potencial antioxidante: “La vitamina E es importantísima, la absorbemos en el cuerpo gracias a lo que comemos y se almacena en los tejidos grasos e hígado. Es liposoluble y por tanto, se disuelve en grasas y aceites para su uso posterior” – nos cuenta Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics.
Es precisamente esta capacidad que tiene para disolverse en grasas lo que la hace especialmente valiosa para la piel, ya que se integra fácilmente en las capas lipídicas de las células cutáneas, proporcionando protección y nutrición desde dentro. Ya en la piel, actúa como un antioxidante que protege las membranas celulares de los daños oxidativos, causados por agentes externos como la contaminación o la radiación ultravioleta del sol. Además, ayuda a fortalecer la barrera natural cutánea reduciendo la pérdida de humedad y manteniendo la piel hidratada y flexible. En resumen, podríamos decir que la vitamina E ejerce una labor fundamental como antioxidante natural, lo que ayuda a la firmeza y elasticidad de la piel, a su hidratación, a su reparación y a la prevención de su envejecimiento.
Fuentes, suplementos y cosmética con vitamina E
La suplementación con vitamina E sólo se recomienda bajo recomendación médica ya que una sobredosis podría tener efectos adversos. En la alimentación, se obtiene de las semillas y frutos secos como almendras o avellanas, en frutas como aguacates o kiwis, aceites vegetales, pescados grasos como el salmón y la trucha o de vegetales de hoja verde como las acelgas y espinacas.
En cuánto a la cosmética, existen muchas firmas que la incluyen en sus cremas, serums, aceites y lociones, combinada con otros ingredientes como la vitamina C o el ácido ferúlico, pues ayudan a potenciar sus efectos antioxidantes. La extremeña Goji Mediterránea, cuenta por ejemplo con un aceite facial hidratante de semillas de bayas de goji con un alto contenido en vitamina E, capaz de neutralizar los radicales liposolubles y proteger las membranas de la oxidación de los lípidos, lo que redundará después en una mayor firmeza y elasticidad de la piel.
Por su parte, Nezeni Cosmetics advierte de ciertas precauciones que debemos tener en cuenta al elegir un cosmético con vitamina E, como el tipo de cutis: “Cada uno reaccionará de manera diferente. Las personas con piel seca se benefician más de cremas y aceites ricos en esta vitamina, pero no quiénes tienen la piel más grasa o con tendencia al acné, ya que podrían obstruir los poros, serían más aconsejables para ellas los serums o fórmulas ligeras”.
En cuanto a la efectividad de un producto con vitamina E, todo depende de su concentración en la fórmula, hay que buscar los que tengan gran cantidad, encontrándola como tocoferol o acetato de tocoferol en muchas ocasiones: “Hay que asegurarse también de que su consistencia y textura se adapte a nuestras preferencias y rutinas de cuidado. En nuestro caso, contamos con cosméticos ricos en vitamina E en desmaquillantes, contornos de ojos, aceites faciales limpiadores o cremas antiarrugas” – puntualiza Esperanza Sáenz, de Nezeni Cosmetics.
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